Editorial Hijos de Muley Rubio

Videoartistas españoles del interior y del exilio: España fue un día pionera en videoarte

DownloadedFileEspaña fue un día pionera en videoarte pero, en una de sus habituales siestas históricas, se olvido de él. Los “Encuentros de Pamplona 72” con carácter colectivo y artistas individuales del interior como Isidoro Valcárcel Medina o José Val del Omar o del exilio como Antoni Muntadas o Francesc Torres fueron los protagonistas de aquella explosión de anticipación artística. Y es que el mismo año que Bill Viola descubre el vídeo en la Universidad de Syracusa (Nueva York) y éste comienza a editarse y manipularse con programas de ordenador nace en España el muy desconocido e ignorado “Seminario de Generación Automática de Formas Plásticas” del Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid (CCUM), que se desarrolló entre 1968 y 1973 tras un acuerdo entre la Universidad Complutense de Madrid y la multinacional norteamericana IBM, que lo donó. Una veintena de artistas que participaron realizan una exposición titulada “Formas Computables” y el Ateneo de Madrid cogió el testigo con otra exposición sobre “Formas Computadas”. También el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid se sumó a la “fiesta” del videoarte con motivo de una convención de IBM titulada “The computer assisted art”. Y los pioneros videoartistas españoles continuaron sus actividades con una exposición en el Instituto Alemán de Madrid (hoy Goethe) bajo el nombre de “Impulsos: arte y ordenador”. A ello le siguieron los “Encuentros de Pamplona 72″: 350 artistas de todo el mundo, entre ellos un centenar españoles, celebraron entonces un homenaje a John Cage como “pionero de la música aleatoria”. José Luis Alexanco recuerda que fue él quien hizo las gestiones para que viniera y pagó los pasajes de avión desde Londres junto a David Tudor y Merce Cunningham. Junto a John Cage, figuraba Stan Vanderbeek, el polifacético videoartista Francesc Torres (Barcelona, 1948) y el entonces poco conocido alemán Wolf Vostell, hoy padre europeo del videoarte, de quien se proyecta una película de  junto a las “últimas obras” de David Tudor. Allí se exhibe la primera muestra de videoarte en España, que ellos denominan “Videotapes”, especialmente organizada para el certamen por Willoughby Sharp bajo el significativo título de “This is your roof” (Esta es tu azotea). Es el catalán Antoni Muntadas desde Estados Unidos quien ayuda a Alexanco a montar este ciclo de videoarte –“aquí está viviendo un auge tremendo”, le dice en una carta fechada el 26 de marzo de 1972– bajo el título de “Actividades en Video-Tape”, que considera “primicia en España y prácticamente en Europa”. Alexanco acepta todas sus propuestas en su misiva de respuesta, pero le advierte: “¡No te olvides de la censura! Que tú conoces bien!”.

Antoni Muntadas
Antoni Muntadas

Las tres exposiciones de Antoni Muntadas (Barcelona, 1942) en esta etapa fueron en los años 1971, 1974 y 1981. Y se celebra además un primer “Encuentro sobre el vídeo como medio de arte y comunicación” en la Galería Buades (1974), al que asisten René Berger, Juan Manuel Bonet, Simón Marchán Fiz y Alberto Corazón.

Francesc Torres (Barcelona, 1948) se había marchado a Nueva York precisamente en 1972, donde diez años después trabaja con Bill Viola poniendo voz a los versos de San Juan de la Cruz en su “Habitación”(1983): “El inicio de mi reflexión sobre el arte coincide con mi llegada a Estados Unidos a principio de los años setenta. Fue entonces cuando empecé el trabajo con contenido social. Me fui de España para no someterme a la última imposición: ser políticamente implicado. Yo quería hacer un arte de vanguardia, conceptual y no tautológico. La experimentación pura, ver la realidad y estar en ella, me pareció siempre mucho más revolucionario y potente que el trabajo de corte panfletario. En Estados Unidos, con la distancia geográfica y psicológica, pude ocuparme de temas políticos”, declara en una entrevista a Roberta Bosco en “El País” (7-6-08) donde añade esta interesante reflexión: “Con lo digital hemos conquistado un terreno más, lo importante es el uso que se hace; el énfasis no puede estar en la tecnología, sino en los campos narrativos realmente novedosos que se abren. Internet es un útil fenomenal para aprender e investigar, pero la riqueza de su lenguaje estético es aún muy limitada, como el vídeo al principio”.

Francesc Torres
Francesc Torres

El libro “Encuentros de Pamplona 72: fin de fiesta del arte experimental”, el festival de arte de vanguardia más amplio y significativo de los celebrados en nuestro país, refleja como aquel verano de 1972 la ciudad fue tomada por las tendencias últimas y más extremas del arte de los años 60, en especial por aquellas vinculadas a la llamada “poética del acontecer”. El calificativo de experimental aludía  en la época a aquellas obras que ponían en cuestión los límites materiales de su propio medio, ya fuera poesía, cine, vídeo, música, pintura o escultura. Cuando el Museo Reina Sofía lo sacó de la imprenta, muchos se acordaron de aquellos artistas que estuvieron hace casi 30 años en Pamplona y entre los que se encontraba un joven de 30 años llamado José Luis Alexanco (Madrid, 1942), uno de nuestros pioneros vanguardistas y uno de los artistas más reconocidos del panorama español contemporáneo.

En una conversación mantenida con Federico Utrera en Radio Exterior de España y de la que por desgracia no se ha encontrado la grabación pero sí sus guiones, José Luis Alexanco se explaya sobre los detalles de este encuentro. A Utrera le sorprende que en la España de 1972 se celebrara el 60 aniversario de John Cage, el músico experimental, pero le asombra aún más comprobar, por las fotografías que muestra el libro, ese ambiente vanguardista y medio “hippie” que habitaba en la España interior del régimen de Franco. ¿Qué tipo de público se acercó hasta aquella muestra en esa España que Alexanco definía como “laboratorio”?

José Luis Alexanco
José Luis Alexanco

A todo ello responde José Luis Alexanco, uno de los jóvenes artistas que acudieron a Pamplona y que más de 40 años después se ha convertido en uno de los clásicos del arte visual y de vanguardia. ¿Recogía bien la exposición del Reina Sofía y este libro el espíritu y la letra de lo que fueron aquellos encuentros o le faltaba algo?, le pregunta Utrera, ya que pocos recuerdan que José Luis Alexanco fue uno de los pioneros del arte por ordenador, que hoy se llama net.art, pero que en España se empezó a realizar en los años 70. En la entrevista detalla además como eran aquellas extrañas herramientas que se llamaban “ordenadores”, “programas” o “impresoras”, hoy tan cotidianos, pero tan revolucionarios en aquellos tiempos.

El artista español Isidoro Valcárcel Medina (Murcia, 1937) también es protagonista de otro libro catálogo del Museo Reina Sofía de Madrid y en la alfombra roja que se desplegó entonces para su presentación en las escaleras que dan paso al edificio Sabatini se produjo una “perfomance” que rompió con la idea de exposición convencional y que se mantuvo en el más absoluto secreto. A sus 77 años, Isidoro Valcárcel sigue siendo un artista desconocido en España, a pesar de que lleva más de cuatro décadas llevando adelante un arte de vanguardia a través de sus “circunstancias”, de las que no quedan testimonio porque no quedan recogidas en ningún catálogo ni documento sonoro o gráfico. Lo que propuso Valcárcel Medina fue una apuesta sorprendente y original compuesta por una serie de eventos que se sucederían  a lo largo del otoño. Sí se editó una especie de libro de artista en el que precisamente el director del Museo, Manuel Borja-Villel, explica que la obra de arte  es para Valcárcel Medina “una circunstancia de carácter efímero, fugaz e imposible de ser aprehendida en su totalidad por el espectador, que la percibe siempre como discontinua. No es ni un objeto, que puede ser transportado e intercambiado, ni su doble, el concepto, que supone la formulación final del formalismo modernista. Para él, el arte es una imposibilidad, un no-objeto del deseo que desaparecería en el momento en que este se alcanzase”.

Valcárcel Medina
Valcárcel Medina

Entre las «circunstancias» que ideó el artista figuraba una exposición compuesta por  250 obras de Valcárcel Medina de tres días de duración, una visita a las carboneras del Museo y el recorrido por las escaleras o la integración dentro de la programación del Museo de la muestra “hecho en  casa”, compuesta por trabajos realizados por empleados. El vanguardista y pionero del arte conceptual en España, Valcárcel Medina, fue un ilustre desconocido hasta que en 2007 recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas. Pero en la biografía oficial del Ministerio de Cultura de España, alude a su participación en los Encuentros de Pamplona de 1972: “Tras su etapa pictórica, se abre un segundo periodo que se inicia con la intervención de grandes dimensiones en el espacio urbano: “Estructuras tubulares”. Realizada específicamente en el contexto de los Encuentros de Pamplona de 1972, ejemplo elocuente de una de las constantes en su trabajo. En el mismo marco, el artista presenta también su film “La celosía”, trascripción literal de la novela homónima de Alain Robbe-Grillet, exclusivamente a través del propio texto y con una duración de dos horas”. En su obra figuran 20 serigrafías originales con un prólogo de Ignacio Gómez de Liaño que se han editado en “Ahora, Ediciones de Bibliofilia”, Murcia (2005).

Federico Utrera: “Encuentros de Pamplona 72: fin de fiesta del arte experimental”.

Federico Utrera: Exposición de Isidoro Valcárcel en el Museo Reina Sofía de Madrid.

 

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