El catedrático de Estética y uno de los grandes teóricos del Arte en España, Simón Marchán, alumbró un nuevo libro y eso es siempre motivo de alegría. Se titula “La disolución del clasicismo y la construcción de lo moderno” . De igual forma, el trabajo de Gerard Vilar ha sido premiado por la asociación catalana de críticos de arte como mejor libro de autor por su “Desartización. Paradojas del Arte sin Fin”. Y un tercer volumen, relacionado con el sonido, lo ha escrito Jerónimo Labrada, fundador de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de Baños, en Cuba, y uno de los intelectuales más reputados del mundo audiovisual contemporáneo. Se titula: «El Sentido del Sonido. La expresión sonora en el medio audiovisual«.
“Una magna obra”. Si esto se suele decir de todo lo que escribe y publica Simón Marchán Fiz, esta vez “La disolución del clasicismo y la construcción de lo moderno” sorprende al descubrir que la palabra “gusto” es un vocablo de origen español. En una entrevista con Federico Utrera en Radio Exterior de España, el autor desvela qué quiere o no quiere decir este origen y qué significado o relevancia le atribuye.
Hay un poema de Charles Perrault en este libro que dice así: “la bella antigüedad, pero nunca creí que fue adorable”, recomienda ver lo antiguo sin doblar las rodillas, “y cabe compararse, sin temor a ser injusto, el siglo de Luis al bello siglo Augusto”. Perrault reivindicaba el microscopio y el telescopio como bellas invenciones modernas. ¿Siempre los nuevos cánones de la belleza han ido detrás de los avances tecnológicos?, le pregunta Utrera a Simón Marchán, que responde con la perspicacia que le caracteriza.
Bill Viola, uno de los máximos exponentes del videoarte, género sobre el que Simón Marchán escribió de manera positiva y admirable en sus comienzos, sugiere la progresiva sustitución del lienzo por el plasma, del pincel por la cámara, de la luz y el color por el tiempo. ¿Se vislumbra un cambio en los soportes artísticos clásicos hacia nuevas formas de expresión aún no mayoritarias como el videoarte, la perfomance –que no es sino el teatro y la escultura en simbiosis-, etc… ? A todo ello contesta Simón Marchán en esta charla que, a buen seguro, hará las delicias de los oyentes casi tanto como la lectura de su libro.
Algo similar ocurre con Gerard Vilar, al que galardonaron como autor de un ensayo muy bien argumentado sobre la evolución actual del arte contemporáneo en comparación con todos los parámetros y criterios que se vivieron en el siglo XX. Su editora fue María José Rodríguez Sánchez de León, que ya ha publicado a otros autores prestigiosos como el propio Simón Marchán.
Gerard Vilar también conversó con Federico Utrera en Radio Exterior de España para explicarle como surge este libro y donde cree que radica su espacio para haber recibido esta calurosa acogida. Y es que es un libro rompedor de “clichés”: “Los expertos ya no juzgan y han perdido autoridad”, dice el autor y añade: “no se puede juzgar la obra de Antoni Muntadas con los criterios que se juzgaba la de Julio González o la de Tapies en los años cincuenta”. Así, en esta charla, explica en qué basa esta idea sobre estos tres autores.
En este nuevo canon artístico de esta época, Gerard Vilar añade a la opinión de los expertos, la del público masificado, la de los intereses políticos y la del mercado, para configurar así una nueva forma de valorar las obras de arte. Se podrá estar de acuerdo o no con ellas, pero parece que esto es innegable, sin embargo apenas muy pocos lo dicen. ¿por qué cree que existe este silencio y poco juicio crítico en torno a los nuevos cánones artísticos? Gerard Vilar lo desarrolla y cita a Jean Luc Godard, Matthew Barney y Bill Viola como tres artistas que producen “arte crítico”, lo que da lugar a una interesante respuesta sobre por qué se ha fijado en ellos.
Por último, el libro de Jerónimo Labrada titulado »El Sentido del Sonido. La expresión sonora en el medio audiovisual«, menciona la forma poco feliz en que se introdujo el sonido en el cine. Federico Utrera lo reseña en las ondas porque le ha llamado mucho la atención que en su historia del sonido en el cine el autor anota la primera película sonora sin imagen, sugiere nuevos caminos de búsqueda y experimentación para que el sonido, sin perder su entidad propia, se convierta en un auténtico aliado en el proceso de comunicación. Y aborda como conclusión que imagen y sonido discurren de forma paralela y están relacionados, hasta el punto de que es posible llegar a “oír un cuadro”, como sugiere Bill Viola. O proclamar, como hizo el pensador, fotógrafo y pintor húngaro Moholy Nagy (1895-1946), que “un día tendremos un arte optofonético, que nos permitirá ver música y escuchar imágenes simultáneamente. Esto será la verdadera revolución en el arte”.
Entrevista con Simón Marchán Fiz
“La disolución del clasicismo y la construcción de lo moderno”.
Entrevista con Gerard Vilar: “Desartización. Paradojas del Arte sin Fin”
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