MANU RAMOS. «Federico Martínez editó el libro «Outing en España, los españoles salen del armario«, donde se exponían casos de outing de figuras de la política, la cultura o de los medios de comunicación patrios y en cuyo prólogo salió del armario -voluntariamente- el ex ministro socialista Jerónimo Saavedra. Que algunas personas LGTBIQ+ fuercen la visibilidad de personas lesbianas, gais, transexuales, bisexuales o intersexuales puede “perjudicar con ello la normalización social de la homosexualidad”, reconoce Martínez tras más de 20 años de ventas del libro». Así introduce la periodista Adriana Silvente de la web «Newtral» al editor de Hijos de Muley Rubio (HMR), Federico Martínez Utrera, en su reportaje publicado este 7 julio (2022) y titulado «Qué es el «outing» o cómo te pueden sacar del armario a la fuerza. El outing consiste en hacer pública la identidad sexual o de género de una persona sin su consentimiento. Aunque con los años esta práctica ha evolucionado, se puede utilizar con distintas intenciones».
Adriana Silvente, periodista en «Objetivo La Sexta» y Newtral, recuerda en su artículo el verso que empezaba diciendo “Érase un hombre a una nariz pegado”. Y concluye: «Si Góngora y Quevedo demostraban su enemistad señalando, por ejemplo, los atributos físicos superlativos del otro, Voltaire y Rousseau expresaban su odio recíproco desvelando sus costumbres sexuales más íntimas. Una práctica que nace en el siglo XVIII y que sigue vigente hoy en día, bautizada como outing. Pero ¿qué es exactamente el outing?». En realidad Quevedo sí le hizo «outing» a Góngora cuando escribió aquel soneto que decía «éste, en quien hoy los pedos son sirenas, éste es el culo, en Góngora y en culto, que un bujarrón le conociera apenas».
O antes aquel ripio que decía: «De vos dicen por ahí, Apolo y todo su bando. que sois poeta nefando, pues cantáis culos así». El poema tenía su aquel, ya que «en las largas travesías del Siglo de Oro, los hacinados marinos españoles tomaban como norma aquel aforismo que afirma: «en tiempo de guerra, cualquier agujero es trinchera», arriesgándose a acabar en la hoguera por caer en el conocido como «vicio nefando», según reflejaba el diario Público. El propio Juan Goytisolo, otro autor de la editorial HMR, que publicó su libro «España y sus Ejidos«, ya advertía la mofa sobre la presunta homosexualidad de Góngora en algunos de los poemas contra el cordobés atribuidos a Quevedo en su «Reivindicación del conde don Julián» (1970).
LA ENTREVISTA COMPLETA CON FEDERICO UTRERA. El libro «Outing en España, los españoles salen del armario» arranca con un ministro (Jerónimo Saavedra) saliendo -voluntariamente- del armario. Es decir, con lo contrario a lo que es «outing». –El ex ministro socialista de Educación, Jerónimo Saavedra, desveló en el prólogo su homosexualidad, aflorada a raíz de un trágico suceso ocurrido en su vida durante un verano, porque estimó que era necesario hacerlo después de pensarlo mucho y bien. Y tras haberse retirado de la política con este prólogo, tuvo que volver aclamado por la sociedad civil. Fue elegido después primero candidato y luego alcalde de Las Palmas de Gran Canaria.
¿Por qué se manda este mensaje?. -El libro juega deliberadamente con la ambigüedad: el término alude a la salida del armario «forzosa» pero en realidad describe las salidas del armario «voluntarias» que hubo en España, otras no tanto y unas terceras que se han producido no tan voluntariamente en el resto del mundo como consecuencia de una estrategia de visibilidad en los movimientos LGTBI. Con ello quisimos que el término «outing» hiciese también referencia al modo festivo (lleno de indignación) con el que algunos homosexuales tratan de forzar la visibilidad de quienes se ocultan, y perjudican con ello, la normalización social de la homosexualidad. El libro juega ambiguamente traduciendo «outing» tanto por «salir» como por «sacar» del armario». Y en este libro hace historia, siempre documentada, de lo que ha sido y es el «outing» en España como una estrategia más de lucha antihomofóbica, siendo el primer libro publicado en España sobre la materia. ¿Qué importancia tuvo en ese momento?. –Brutal. El libro sigue vendiéndose en papel y en digital y han pasado 22 años. Fue un auténtico «bombazo» editorial, hemos hecho más de una veintena de presentaciones en toda España y ha adquirido resonancia internacional. Poseo un grueso tomo de reseñas, incluso a nivel académico. No se puede pedir más.
En cuanto al outing, explique las diferencias entre sacar del armario a alguien de manera forzada para conseguir visibilidad y hacerlo por cotilleo. ¿Hay dos tipos de outing?. –Para responder a esta pregunta hay que distinguir entre los medios y los fines. Y el fin no justifica los medios. Si la intromisión en la vida privada -y el outing al fin y al cabo lo es- se hace con fines delictivos o espúreamente comerciales, cabe el hecho punible. Si se hace de forma argumentada, rigurosa, dentro de un objetivo social, cabe su aceptación. No obstante, el riesgo siempre existe, aunque nosotros no hemos recibido ni una sola demanda, todo lo contrario: elogios por su valentía y aplausos por su seriedad.
¿Se aborda el debate acerca de si es una estrategia del colectivo para dar visibilidad, o, al contrario, un atentado contra la intimidad? -Sí, se aborda. Y se recoge con toda su amplitud y pluralidad. En España, ¿hay outing malo y outing bueno? –Las etiquetas y los juicios de valor los pueden hacer los lectores y los medios de comunicación, desde la editorial bastante trabajo tuvimos con editar un libro riguroso en su contenido, ameno en su lectura y bello en su presentación, diseño y portada que hizo Carlos H. Valera. En el libro se mencionan ejemplos de esta práctica. ¿Puede citar los más emblemáticos y qué supusieron?. –Recuerdo el caso de Miguel Bosé, que entonces seguía cultivando su ambiguedad, o los de Josep Borrell, Mariano Rajoy o Alejandro Sanz, que tuvimos que aclarar… hasta donde pudimos. También el de Jorge Cadaval de los Morancos, que no era tan público como ahora. Y el caso de los literatos y escritores, que está muy documentado. Se recogen todos los «outing» que se han producido en España y menciona a más de 200 personajes públicos españoles que han admitido con normalidad y con todos sus matices su sexualidad, constituyéndose en referentes positivos, aunque señala también con nombres y apellidos a otros personajes públicos que presumen de actitudes homofóbicas e intolerantes.
Hoy en día, (desde que se publicó el libro) ¿sigue ocurriendo en España? ¿con qué cambios? –El outing ya no está tan de moda como en su época, señal de que se han normalizado los derechos de los homosexuales. Piense que en aquella época ni siquiera Pedro Zerolo, un icono gay en política cuya plaza en Chueca lleva su nombre, se atrevió a presentar el libro, teniendo que hacerlo alguien más experimentado como era Jerónimo Saavedra. Se nos decía que el matrimonio gay era una cosa «demasiado avanzada» y que con una ley de parejas de hecho ya era suficiente. En fin… Por eso mi reconocimiento siempre al escritor y catedrático de Historia de la Universidad de Las Palmas, Fernando Bruquetas, por atreverse a encabezar este libro con su firma en unos tiempos en los que no era fácil hacerlo. Sé que se prestó por deudas de la amistad, aunque lo pasamos muy bien durante la gira de presentación del libro por toda España. ¡Gracias eternas Fernando!
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