MARIANA BENITO. Diversas publicaciones y artículos publicados o difundidos este año 2024 han recogido varios libros escritos o editados por Federico Utrera (Almería, 1963), el escritor, editor, profesor y periodista residente en Majadahonda (Madrid), según han hecho llegar sus autores o editores a la redacción de este periódico este mes de agosto. Así, María Pilar Cavero Montori, (Huesca, 1941) licenciada en Filosofía y Letras, sección Historia, en la Universidad de Zaragoza y Catedrática de Enseñanza Media en el Instituto de Arganda del Rey (Madrid), ha escrito en «El Diario de Madrid» un bello artículo publicado este 1 de julio titulado «Paseo íntimo con Juan Ramón Jiménez«. En el mismo resume como «esta noche de principios de julio inicio mi recorrido por la plaza de las Cortes. Quiero saludar a don Miguel antes de dirigirme al paseo del Prado. No estoy sola, me acompaña Juan Ramón Jiménez, en mi mano llevo sus «Libros de Madrid» en edición de José Luis López Bretones (Hijos de Muley Rubio. Madrid 2001). Una obra que no pudo publicar en vida y que ni instituciones políticas ni culturales quisieron publicarle después de su muerte. «Sus páginas reivindican al Madrid de Carlos III y retratan con palabras sutiles y bellas el alma de las cosas» (Federico Utrera)». La profesora va recorriendo las fuentes de Neptuno y Cibeles en Madrid con el libro de Bretones y Utrera en la mano, reproduciendo distintos pasajes del mismo y trasladándolos a lo que va viendo en la actualidad. Y parafrasea al Premio Nobel: «El político, que ha de administrar un país, un pueblo, debe de estar impregnado de esa poesía profunda que sería la paz de su patria… ¡Qué día tan distinto para él y para su país sería…!, y si antes de ir al Parlamento preparara poéticamente su actividad, su pensamiento, su carácter, ¡qué giro tan distinto tomarían sus intervenciones y cómo no oiríamos ni veríamos lo que vemos y oímos cada tarde, esas tardes tristes de los mercados parlamentarios!». (más…)
Categoría: El Club de los Poetas Muertos
Nueve poetas místicos reunidos en torno a Juan Goytisolo
El novelista español exiliado en Marrakech (Marruecos), Juan Goytisolo. acaba de dar a luz sus primeros nueve poemas. Lo ha hecho con 82 años, por lo que la destilación ha sido lenta y enjundiosa. En este libro, el escritor Federico Utrera no se ha atrevido a explorar esa gracia que no quiso darle el cielo pero al menos tampoco ha renunciado a reunir en un libro a sus nueve poetas, entre los que sobrevuela un halo místico en la línea de la mejor tradición literaria española: «A Rafael Cansinos Assens, aligerado de guión y tilde, lo encontré una tarde cerca del Viaducto donde vivía su padre. Con gran generosidad me cedió la correspondencia de su progenitor con las dos hermanas Burgos, a una de las cuales yo pretendía biografiar entonces. Sin saberlo, me sumergió en el universo literario de este sigiloso prócer de la literatura española del que deriva Jorge Luis Borges, según propia confesión. Precisamente a la viuda del discípulo, María Kodama, sobre quien sobrevuela una leyenda de incurias y maledicencias que hubieran indignado a su marido, también le estreché su mano en Madrid, donde disertó con emoción sobre los últimos momentos del poeta. Meses después adquirí a precio razonable en el Centro de Arte Moderno el retrato que le dibujó Norah con los versos manuscritos de su hermano “A quién está leyéndome”. Cada vez que los releo me recuerdan aquel memorable acto poético de reivindicación de la escritura donde la conocí».
«Hacia los poetas que he agrupado bajo el manto de la mística y la vida profeso una rara admiración. De niño, como casi todos, perpetré algunos sonetos, pero pasé luego más de dos décadas ajeno por completo al mundo del Parnaso. Cuando me reencontré con él, descubrí que este noble e improductivo arte, si se sabe ver, mueve los hilos invisibles del planeta, pese a las imposturas y las incomprensiones. Siento mucho respeto hacia los poetas jóvenes que merecen llamarse así, y aún más hacia los que consagraron su vida a este hoy desdichado género. De entre todos, Juan Ramón Jiménez me elevó a sus alturas, pero si no hubiera sido por su sobrina nieta Carmen Hernández Pinzón y por don Paco, su padre, jamás hubiera descifrado la luciferina escritura del autor de los “Libros de Madrid”, lo cual me permitió editarlos».
«El resto de los elegidos, Luis Cernuda, Octavio Paz, Lezama Lima y Reinaldo Arenas, también tienen sus deudos. A los dos primeros llegué por Juan Goytisolo y Juan Luis Panero, que me ayudaron a desbrozarlos de la enorme paja con que estaban ocultos, la mayor parte de ella en forma de hueco panegírico. Los dos últimos pude alcanzarlos por obra y gracia de dos artistas cubanos: Iván González Cruz, difusor de la obra lezamiana en España, al que tras un breve carteo desde la Valencia donde reside, pude por fin conocer en una modesta vindicación que, sin demasiado público, se tributó en la Casa de América. Y el pintor Jorge Camacho, con quien disfruté unas maravillosas jornadas surrealistas en Tenerife y que me alumbró junto a su esposa, la madrileña Margarita, por las playas de arena blanca que conforman la imaginación de Reinaldo, para mi gusto, continuador y nuevo Lorca de América Latina».
«José Ángel Valente también fue una luminosa estrella. Su lectura y su circunstancial presencia en mi vida se deben a Alfonso Lázaro, mi mejor amigo hasta que murió prematuramente, pues él me lo presentó. Nunca se lo agradeceré lo suficiente. De Juan Goytisolo apenas puedo añadir nada más que estos escritos. Cuando eché mis primeros dientes en literatura, me calificó generosamente como “intelectual” en un célebre artículo xenófilo. Desde entonces, lucho por desprenderme de tamaña ignominia y con su ayuda, algún día podré lograrlo».
Índice:
Borges y su maestro Cansinos Assens
– Es tiempo de los Borges
– Una y Mil noches con Borges
– La bohemia de Cansinos Asséns
Poetas de la Mística y de la Vida
– El archivo de JRJ
– Las prosas de Juan Ramón
– El centenario de Luis Cernuda
– La monja que amó Octavio Paz
– Las ínsulas de Lezama Lima
– Diccionario de vida, por Lezama Lima
– El abuelo Polo de Reinaldo Arenas
– El mundo alucinante
– Epitafio por Valente
– Ecos insulares de José Ángel Valente
– Las ínsulas suizas
– Robayna y sus extrañas ínsulas
– De Syntaxis a Vulcane
– Goytisolo el extraviado
– El fracaso de Juan Goytisolo
– Hágase la luz
– Siquier y Goytisolo, un malentendido histórico
– Lagartijas y Chumbos en Níjar y La Chanca
– Flamenkitos sin tierra
– Una fotografía de Sánchez Mesa
– “El Príncipe” de Goytisolo
– El “monstruo” de Níjar
– El viaje de Chukri
– Las amigas de Juanita Narboni
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