A comienzos de su andadura, el feminismo tenía particular interés en alcanzar ciertos logros considerados fundamentales para el desarrollo social, así como para el avance del movimiento de emancipación de la mujer, no olvidando que entre sus entonces más polémicas reivindicaciones se encontraban la lucha por su plena integración en la educación, el mundo laboral, y la política. Tampoco hay que olvidar que por lo general las primeras décadas del siglo XX se caracterizan, al menos en Europa, por una creciente militarización y guerras sobre las cuales un copioso número de mujeres clamó en contra, resaltando sobretodo las secuelas que los conflictos bélicos engendraban. Muchas mujeres se consideraban entonces pacifistas, entendiendo por esto el no querer ‘combatir hasta que caiga el último hombre’. Sin embargo, son mucho menos frecuentes, desde una perspectiva feminista, las reflexiones teóricas contra el militarismo, la guerra y su antítesis, la paz. Una notable excepción es Virginia Woolf, que en Las tres guineas argumenta contra el militarismo y la guerra, y establece la conexión teórica entre la militarización/guerra y el patriarcado/masculinidad.
Basado en la novela el mismo título del escritor estadounidense Michael Cunningham, el film evoca el periodo en que Virginia Woolf escribe Mrs Dalloway, inquiriendo perspicazmente en aspectos de la época y pensamiento de esta singular autora. La experiencia de Woolf enlaza con las vivencias de otras dos mujeres americanas, cada una en un momento posterior, y elabora en torno a la idea de Woolf de la mujer ajena a la sociedad, ‘extraña’ (outsider). Mrs Dalloway, la novela dentro de la novela, es el elemento intangible que ensambla las tres historias, simultáneamente interconectadas y disociadas en los márgenes. Es relevante notar que Woolf en Mrs Dalloway trata el tema de la guerra lateralmente: Septimus, el ex-combatiente que habiendo sobrevivido al horror de la batalla termina pereciendo víctima del trauma de guerra (shell shock). Este trastorno era común después de la 1ª guerra mundial, y lo sufrieron también poetas como Siegfried Sassoon o Wilfred Owen quien falleció en combate. El mismo sobrino de Woolf, Julian Bell, que aparece en la película como adolescente, murió en la guerra civil española. El cuño de la guerra moldea la ideología de Woolf, que cada vez está más convencida del poder destructivo del militarismo y la necesidad de prevenir la guerra.
La mayor parte de las opiniones que conozco coinciden: Tombuctú decepciona. Mi escaso inglés alcanza para entender las guías del Lonely Planet y allí lo dice claramente: cuesta mucho esfuerzo llegar y es fácil sentirse decepcionado al alcanzar el objetivo, «disappointed» creo que es la palabra que utilizan. Incluso cualquier malinés sensato con el que hables, te recomienda que no vayas. Ya lo había leído en la magnífica novela «Cita en Tombuctú» (Ediciones Destino) y es verdad, sin duda Pep Subirós no la escribió de oídas. (más…)
Seguramente muy pocos de los lectores, aparte los que pertenezcan a esa reducida minoría asidua de las revistas de poesía que en número creciente aparecen hoy en distintos puntos de España, conocerán la labor que desarrollan en la zona marroquí de nuestro Protectorado pequeños grupos de escritores jóvenes y animosos. Tampoco les resultarán familiares algunos nombres indñigenas muy significativos del estado actual de las letras árabes en aquellas tierras, donde la labor de España se lleva a cabo a costa de un empeñadísimo esfuerzo. Si desde aquí colaborásemos en nuestra modesta medida a un conocimiento más extenso de ambas cosas, realizaríamos una tarea de estricta justicia. (más…)
Fuera del sistema, fuera de los medios, lejos de las grandes cifras y las presentaciones faraónicas se esconde gran parte de la edición española, muchos de nuestros autores. Cada semana, El Cultural intenta dar cuenta y razón de las novedades editoriales y tomar el pulso del mundillo literario. Tratamos, además, de exigir al consagrado y de alentar al primerizo, buscando el talento allí donde se encuentre. A pesar del mercado. A pesar de las exigencias y condicionantes de los grandes grupos editoriales y de los nombres imprescindibles. Pero hay algo más. Más allá de las convenciones, un puñado de autores jóvenes y de editoriales modestas buscan un lugar bajo el sol en condiciones a veces dramáticas y sin contar con la complicidad de distribuidoras, librerías y medios. Son autores y editores al margen del sistema por vocación o por destino, que han de soportar una competencia feroz y tentaciones insoportables en forma de anticipos y promociones que generalmente se quedan en nada. El Cultural descubre hoy los avatares, sorpresas y espejismos de un mercado cada vez menos literario. Y esto es sólo una muestra. (más…)
Decía Picasso que en épocas de pobreza moral, lo fundamental es despertar el entusiasmo. Sin alumbrar un amor ardiente ninguna vida y, en consecuencia, ningún arte, poseen significado. Y esto vale para la política, el periodismo, la literatura o la oratoria, que fueron concebidas como artes y no sólo como tareas de gestión, siempre mejor si son modestas y modernas. Lógicamente sólo los grandes genios (Leonardo, Vermeer, Franklin, Einstein, Cervantes, Shakespeare, Gandhi, Jesús, Mahoma, etc…) llegan a despertar entusiasmo en el público con sus actos, palabras o creaciones, pero también existe el ingenio y el ingenuo, con la misma raíz latina que genio. Esa genialidad cotidiana en la que apenas reparamos reside igual en un transporte puntual, una empleada de hogar eficiente, una cuidadora de ancianos cariñosa, un médico comprensivo, un abogado con empeño, un narrador sincero y fiable, el acto desconocido del político o el funcionario público que no se pliega y defiende el bien común, el maestro que no arroja la toalla… (más…)
Aquella mañana, como todas, se abrieron las puertas del mercado con toda normalidad. Las bisagras se desperezaban en un lento abrir de sus hojas, como si se estirasen los huesos de la madera en ese recorrido diario. Los comerciantes, como siempre, discutían por la colocación de sus puestos mientras descargaban las carretas y se apresuraban por introducir sus productos para ocupar los sitios más vistosos, más limpios, más transitados. Los primeros buscavidas, como siempre, olían a engaño. (más…)
El juzgado nº 6 de Majadahonda condena al Conde Lecquio de forma definitiva al pago de 14.413, 72 euros al perder su demanda contra el libro «La dolce vita» de Ruth Baza.
Denunció a la editorial HMR por «atacar de forma ilegítima su derecho al honor, a su intimidad personal y a su propia imagen» y pedía 10 millones de las antiguas pesetas por «daños morales» y el secuestro del libro.
El conde Lecquio no se personó en el juicio que el mismo provocó, facilitó como domicilio un despacho de abogados donde no le conocían e impugnó las costas, con lo que la sentencia se retrasó: finalmente la jueza lo condenó definitivamente y ahora en 2005 archiva el caso de forma definitiva.
Lecquio reconoce en el libro que practicó malos tratos con Antonia y Ana y los justifica con una variado argumentario que la escritora Ruth Baza le reprocha a lo largo del libro. (más…)
Son muchos los autores y autoras, homosexuales y lesbianas o no (en adelante, al referirnos a los homosexuales estaremos haciéndolo también al colectivo de lesbianas), que han abordado el mundo de la homosexualidad desde distintos puntos de vista a lo largo de la Historia. Ha habido aproximaciones a la cuestión desde el mundo de la medicina, tratándolo de normalidad o anomalía, según el grupo gobernante de turno, según la moralidad imperante en cada época histórica o según la moda dictada por la sociedad. La literatura, el arte (en todas sus facetas), la sociología, etc., también ha coqueteado con este grupo humano. (más…)