FEDERICO UTRERA. He sido cocinero antes que fraile, es decir, editor antes que autor y en cierta medida librero, pero digital. Cuando el sistema económico analógico se derrumbó en 2008, pasé todos mis libros a soporte digital y me acostumbré a leer en pantalla en lugar de papel. Resultado: mi biblioteca menguó un 99%… y mis ingresos también. Algo parecido sufrieron los periódicos algunos años antes. Huí raudo de los libros sin mirar atrás antes de que la debacle me alcanzara hasta los tuétanos y dejé para mis memorias la aventura más maravillosa que he vivido nunca, pues además de escritor era bibliófilo y bibliógrafo, aunque sin alcanzar la plomiza categoría de «letraherido». Gracias a los libros conocí a genios, ingenios e ingenuos que han conformado mi genoma literario: Juan Goytisolo, Fernando Arrabal, José Angel Valente, Michel Houellebecq, los Panero… pero también «escuché con mis ojos a los muertos» y me atraparon entre otros muchos y sobre todos Cervantes, Juan Ramón Jiménez y Galdós a través de sus lúcidos «descubridores», Leandro Rodríguez, líder de la secta heterodoxa cervantista zamorana, la sobrina nieta del poeta y Premio Nóbel, Carmen Hernández Pinzón y el catedrático de Harvard, Paco Márquez Villanueva, que estuvo a punto de llevarme al exilio en su vecina Universidad de Brown antes de su desgraciado fallecimiento. El libro «Cordel de Extraviados» recoge aquel desvarío en toda su extensión. (más…)