«Me presento ante ustedes y lo primero, mis credenciales: mi padre se llama Goytisolo y mi madre Arrabal. Discípulo y editor de ambos, autor de “Arraballebecq“, una pieza de teatro irrepresentable porque ni los directores me buscan, ni yo los voy a buscar a ellos, desacostumbrados como estamos a buscar pan de trastrigo. Lo que aprendí en literatura se lo debo a Juan y en las tablas a “Fando“, a quien leo discretamente todas sus obras –que además colecciono con una ya más moderada adicción– y sigo sus pasos por los teatros más arrabaleros de toda España. Porque a pesar de los ditirambos y grandilocuencias con que por fin hoy se obsequia al autor de “Dalí versus Picasso“, a Arrabal solo se le estrena en España en teatros de la periferia urbana, coquetas bomboneras alternativas y compañías de jóvenes promesas». Con estas palabras, Federico Utrera comienza una extensa reseña sobre «Dalí versus Picasso«, la última obra de teatro de Arrabal estrenada en Madrid, a la que acompaña con un curioso estudio sobre las relaciones entre ambos artistas y el origen del «Guernica«, el cuadro que figura como escenografía central en la pieza.