Editorial Hijos de Muley Rubio

El idilio entre Carmen de Burgos, Gómez de la Serna y Rodalquilar

logocordel1«Quizás explica este modo de ser de Carmen el panorama, el ambiente, la fuerza de ese pueblo del que ella es oriunda: Rodalquilar. Muchas veces hemos oído hablar a Carmen de ese pueblo fantástico. Todo lo que después ha ido viendo ella por el mundo lo había visto ya en Rodalquilar: esa costumbre escandinava, esa riqueza tropical de vegetación, ese proverbio de un pueblo lejano, ese nombre con apariencias exóticas. Rodalquilar es un pueblo de la costa de Almería, pero perdido, sin comunicaciones, con su caserío disperso en el monte. Rodalquilar es un pueblo virgen, al que el mar ha ido trayendo nociones de todo, reflejos lejanos, y en cuyo clima admirable se han refugiado elementos de vida tránsfuga, cosas, fuerzas vivas, que necesitaban la belleza de un sitio perdido, confortable, aislado por una fiera estribación de montañas. En el mar de Rodalquilar, entre las rocas de Rodalquilar, vive la foca y el lobo de mar, y entre sus árboles hay aclimatados árboles de floras raras. En la montaña de Rodalquilar, Carmen ha visto y ha jugado con magníficos granates, y ha visto riscos enteros de amatistas que, desparramados en una cantidad fantástica, brillaban bajo la luz del sol, y en Rodalquilar, ahora, al cabo del tiempo, van a ser explotadas varias minas de oro, alguna de las que tuvo registradas el padre de Carmen, pero que, por no poder ser explotadas, venció su derecho al cabo del tiempo, hasta que hoy, después de muchos años de estarse recreando la tierra aquella con su secreto entrañable, la «compañía poderosa» de siempre las va a explotar… En ese magnífico Rodalquilar, en uno de sus grandes cortijos del que era dueña, nació Carmen. ¿No despeja un poco ésto ese misterio recio y extraordinario que hay en la constitución de Carmen, tan valerosa y tan heroica?»
(Ramón Gómez de la Serna. Automoribundia)

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