El profesor Manuel Alvar, que recibió en su despacho de la Real Academia Española de la Lengua a CORDEL pocas semanas antes de su fallecimiento, realiza en este artículo -«De los jardines modernistas: ninfeas, nenúfares y nelumbos»- un recorrido histórico, de carácter lingüístico y literario, por el ámbito de la flora exótica que acabaría caracterizando a los modernistas. Partiendo de una anécdota apócrifa referida a Unamuno y a Francisco Villaespesa, el autor profundiza en estas materias desde una perspectiva original y desmitificadora. Sirvan estas líneas como homenaje al maestro de la filología y, del mismo modo, al poeta de La copa del rey de Thule.
Manuel Alvar
Un día, Juan Ramón Jiménez hablaba con Ricardo Gullón sobre poesía; llegados a un punto, el creador devanaba un hilo que le era muy querido:
«La gente retiene del modernismo los vicios: cisnes, princesas, nelumbos, el oropel de Versalles… Pero es absurdo juzgar una escuela por los disparates de los decadentes y los imitadores, que sólo aciertan a imitar lo fácil, los elementos viciosos que accidentalmente surgen en la creación de los grandes […] Insisto en considerar a Unamuno como el más grande de los modernistas, por lo teológico de su modernismo. Y en él no hay nelumbos». (más…)