El escritor Juan Goytisolo ha alumbrado tres nuevos libros: el primero es el tomo 6º de sus Obras que él llama “Incompletas” y que reúne sus ensayos literarios, mientras que el segundo rescata la memoria del pensador español de siglo XIX, José María Blanco White. El último se titula “Belleza sin Ley” y en él se revuelve contra los que vaticinan la muerte de la novela, esbozando los argumentos con los que el autor revive a estos muertos que, según su atinado criterio, gozan de buena salud. En sendas entrevistas con Federico Utrera, el escritor español exiliado en Marraquech (Marruecos) desgrana también sus mayores preocupaciones y las rutinas de su vida cotidiana.
De esta guisa se presentan en escena dos libros portentosos en otro de los géneros donde más clarividente se muestra Juan Goytisolo, además de la novela: el ensayo. Los lectores de sus “Ensayos literarios” encuentran al Goytisolo más lúcido que habla de “España y los españoles”, de sus «Crónicas Sarracinas», de su «Bosque de las Letras» y del «furgón de cola» en el que han viajado todos los grandes escritores en el tranvía de las letras españolas. Juan Goytisolo ha lamentado no haber dedicado más atención a otras artes además de la literatura, pero en el tomo dedicado a los ensayos encontramos “El mundo de Goya” o de Antonio Saura en “El hipo de la moda y la moderna intensidad”, como también a Eduardo Arroyo, otro de sus pintores preferidos. Sabemos qué le pedía a un libro, a un escritor y a la literatura, pero ahora conocemos qué le pide Goytisolo a un cuadro.
“La mejor manera de no pasar de moda es no estarlo nunca”, dejó sentenciado el escritor. Hace 30 años escribió sobre la vigencia actual del mudejarismo en España, texto que aflora la extraña clarividencia de algunos ensayistas, cuando no sólo perduran sus análisis y críticas a lo largo del tiempo, sino que ayudan a entrar y comprender a otros escritores de más difícil acceso. Goytisolo sirve de ganzúa para conocer a Galdós a través de su mudejarismo, y los «Episodios Nacionales», que pudieran parecer largos y plomizos, se saborean como la mermelada gracias a sus ensayos de las “Crónicas Sarracinas”. El autor revela además una pertinente duda: si existe hoy, además de en los clásicos, una literatura mudéjar en España colindante a la suya o hay que trasladarse a los países árabes para encontrar escritores que escriban en español y la representen.
Con Goytisolo encontramos una presentación crítica de Blanco White junto a un nuevo libro: “Blanco White, «El Español» y la independencia de Hispanoamérica”. Éste es uno de sus personajes favoritos del XIX español junto con Larra y alguno más, pero no muchos más, pues leyéndole tiene uno la impresión de que hay siglos de la literatura española donde los oasis brillan entre inmensos eriales.
Y si de desiertos hablamos, existe un solar hispano al que Juan Goytisolo está vinculado: el Sur. Nació en Barcelona y allí tiene sus recuerdos, sobre todo de infancia, pero él mismo ha declarado alguna vez que el escritor no tiene raíces sino piernas. Del sur español recoge en el libro de sus ensayos diversos textos sobre La Chanca, Almería, etc… Y así, en la primera de estas entrevistas, en Radio Exterior de España, revela su parcela de interés sobre la actualidad española y sus provincias, qué atención le dedica a España desde Marraquech y que le ocupa o preocupa de ella hoy.
En la segunda de estas conversaciones, mantenida en Radio Nacional de España (Radio 1), Juan Goytisolo es presentado así: “Escritor español que reside fuera de España, que se prodiga sobre todo en sus libros, pero no en entrevistas, que practica el noble arte de la disidencia a contra corriente y que sobre todo es un gran conocedor de la cultura española y del mundo árabe”. Se produjo el día en que precisamente se estaban reuniendo en Madrid un extenso grupo de dirigentes de la oposición siria para tratar de unir fuerzas y presentar a la comunidad internacional una propuesta creíble que acabase con la guerra en este país. Goytisolo ha escrito que los sirios no se definen ya por su pertenencia estatal sino por su adscripción religiosa, lo que vaticina una compleja salida política a este conflicto. Y es que ya ha dejado escrito que con el presidente de Siria, Bashar El Assad, la suerte está echada, pues solo tiene tres opciones: un final como el de Gadaffi en Libia, un juicio como el de Milosevic en La Haya o un exilio en la Rusia de Putin.
Ya en el plano cultural, Goytisolo habló también de literatura y de palabras. Atento lector de la literatura castellana clásica y confeso aficionado a las palabras que suenan íntimas, pero que son hoy extrañas a nuestro oído aunque antaño fueran nuestras, el escritor reveló la procedencia de ese difuso vocablo que tanto pronuncian hoy los jóvenes españoles: “guay”. Y ahora que preocupa tanto la economía, y con razón, existe la palabra española “inflación”, que en el Magreb posee un significado diferente al que se le da ahora en España. Incluso aquí decimos “compañero sentimental” o “compañera sentimental”, cuando Goytisolo propone rescatar del rico acervo del idioma español una palabra más precisa, que no deben perderse ni olvidar los que tengan la paciencia o la curiosidad de escuchar estas entrevistas.
– Entrevista con Juan Goytisolo: Obras Incompletas y Blanco White
– Entrevista con Juan Goytisolo: “Belleza sin Ley”