CARMEN VALERO ESPINOSA. Vale la pena una visita al Museo Vostell en Malpartida (Cáceres), a 12 km. de la capital. La obra singular de este artista visual alemán, casado y afincado en España desde los años 50, está conectada al grupo transgresor Fluxus, del que tiene una colección y un ala del conjunto de edificios, donada por el mecenas Gino di Magio. El Museo Vostell recibe con una elevada escultura de ensamblaje de dos automóviles y elementos de hormigón, donde posan las cigüeñas, ya que en Extremadura nidifican muchas de ellas. La colección de ambos, Wolf y Mercedes Vostell, se exhibe en el Museo Vostell, sito en unos amplios lavaderos de lana de ovejas, entre berrocales y una amplia laguna, situado a las afueras del pueblo de Malpartida, donde se instalaron en el viejo palacio Topete del siglo XVIII. Una obra con frecuencia reclamada por distintos museos de Europa y América, por lo que el Museo Vostell se ve relacionado con numerosos préstamos de piezas.
La obra expuesta comprende cinco instalaciones: Fiebre del automóvil (1973), Depresión endógena (1975-78), Réquiem por los olvidados (1986, Fluxus Buick Piano (1988) y Desayuno con Leonardo Da Vinci) en Berlín (1988). Todas ellas incluyen elementos simbólicos de la época actual del automóvil, el televisor, el hormigón, todos ellos manipulados y reconvertidos por el artista Wolf Vostell. Una colección que se completa con pinturas, dibujos, proyectos escultóricos o fotografías. El museo, que pertenece hoy al consorcio Junta de Extremadura, Diputación de Cáceres y Ayuntamiento de Malpartida, cuenta hoy con más de 50.000 visitantes al año, muchos de ellos grupos escolares y de otro carácter, así como numerosos artistas extranjeros, fundamentalmente alemanes. Las visitas pueden ser guiadas si se desea. Junto al Museo Vostell, está el pabellón de Fluxus, con la donación de 250 obras de Gino Di Maggio, amigo de Vostell, y que cuenta con piezas singulares como las de George Maciunas, Nam Yune Paik, Yoko Ono, Walter Marchetti-Juan Hidalgo, Kaprow o La Monte Young. El Museo Vostell cuenta también con un pequeño Centro de Interpretación de las vías pecuarias e historia del lavadero de lanas, para informar a los visitantes de la primera dedicación del conjunto de edificios junto a la laguna.
TALLERES SOBRE VOSTELL EN FESTIVALES DE CINE Y UNIVERSIDADES. El Festival Internacional de Cine de Almería (FICAL) contó el año pasado (2018) con un curso monográfico sobre Wolf Vostell al que asistieron más de 40 alumnos, impartido por el profesor universitario y doctor en Comunicación Audiovisual, así como director de MJD Magazin, Federico Utrera, que dirige desde hace 7 ediciones esta sección de videoarte. Y en él contextualizó a Vostell parafraseando al videoartista contemporáneo Bill Viola, del que ha sido biógrafo: “Existe cierto consenso entre los historiadores del vídeo en afirmar que los dos primeros videoartistas fueron el norteamericano de origen coreano Nam June Paik (1932-2006), a quien la sección de videoarte del Festival Internacional de Cine de Almería ya dedicó una edición, y el alemán Wolf Vostell (1932-1998). Dilucidar cual de los dos fue el pionero era un estéril debate que se suscitó a finales del siglo XX, lo que llevó a Bill Viola a expresar que “a pesar de que es muy importante saber cuando suceden las cosas, todos los viejos debates que me encontré sobre si fue Paik o Vostell quien primero utilizó un aparato de televisión en su trabajo, me parecen simplemente ridículos”. Y es que sobre la calidad de estos dos primeros “videoescultores”, existe cierta unanimidad y ya no se discute que, además de pioneros, fueron los que trataron mejor el vídeo como material escultórico”.
BIOGRAFIA DE UN PERSONAJE SINGULAR. Wolf Vostell (Leverkuseen, 1932 – Berlín, 1998) trabajó todos los géneros y técnicas como pintura, escultura, collage, decollage, instalaciones, videoarte, happening y el fluxus. Después de París, Vostell viajo a España en 1958 y en Guadalupe (Cáceres) conoce a Mercedes Guardado con la que se casó y tuvo dos hijos. Vostell es uno de los artistas alemanes más significativos del XX, que vivió de niño la II Guerra Mundial y la reflejó de varios modos en su obra. Wolf Vostell fue un personaje singular en el panorama artístico del siglo XX en Alemania, en España y otros países. Era habitual verle por Madrid en la feria de ARCO o en galerías junto a su esposa Mercedes Guardado. La amistad de Vostell con el surrealista Salvador Dalí, se aprecia algunas de las obras con la unión y presencia creativa de ambos. Lea todas las referencias a Wolf Vostell en MJD Magazin.