LIDIA GARCIA. El Festival de Cine de Medina del Campo 2020 ha tenido que suspender la gala de clausura de este sábado 14 de marzo pero ha contado en su 33ª edición con la presencia del director de MJD Magazin, Federico Utrera («Viola on Video») como miembro del jurado de la sección de video junto con el escritor Carlos Trigueros («Caras B de la Historia del Vídeo Arte en España») y la pianista madrileña Zeltia Montes, residente en Los Angeles (EE.UU). Este jurado evaluó un total de 16 videoclips musicales cuyos premios se desvelan este mismo sábado. En el Auditorio Municipal de la ciudad vallisoletana, Utrera agradeció durante la inauguración y en nombre del jurado, la selección de sus componentes. En un breve e improvisado discurso elogió a su organizador Javier Panera, profesor en la Universidad de Salamanca, como uno de los mayores expertos del mundo en videoclips, subrayando su sensibilidad hacia este soporte y comparando esta Semana de Cine (SECIME33) con los inicios del Festival de Cine de San Sebastián. Y es que Donostia también tuvo una sección de videoarte en la que llegaron a participar los históricos Nam June Paik, Bill Viola o los Vasulka junto al pionero curator norteamericano de video, David Ross.
«San Sebastián abandonó la sección de vídeo cuando creció con el cine y quizás algún día Medina se vea forzada a hacer lo mismo cuando sea comparada con Cannes o Venecia», lamentó con cierta ironía el experto en videoarte. El Festival, que dirige Emiliano Allende y coordina Eduardo López, ha premiado este año la trayectoria del cineasta Santiago Segura, a la joven directora Belén Funes («La hija de un ladrón»), el actor Luis Callejo («Mientras dure la guerra») y la actriz Greta Fernández («La hija de un ladrón»). El jurado que ha elegido a los ganadores del certamen también fue de lo más acreditado: el conocido director y escritor Achero Mañas, ganador de 4 premios Goya con «El Bola»; la actriz Ruth Gabriel, Goya por «Días Contados» de Imanol Uribe, el ex responsable del Festival de Teatro de Almagro y hoy del Teatro Español, Fernando Bonelli, la historiadora del Arte, Jara Yáñez y la gestora cultural Mar Sancho.
Federico Utrera fue presentado en la Gala de Inauguración como «escritor, periodista, investigador en videoarte y profesor de Comunicación Audiovisual, Premio extraordinario de doctorado por su tesis «Videoarte, Nuevos Medios y Mass Media Art» que dio lugar al libro «Viola on video«. Ha impartido cursos y talleres sobre videoarte en el Instituto Cervantes de Nueva York y en numerosos Festivales de Cine. Como periodista es uno de los fundadores de la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP). En radio ha colaborado en programas y tertulias de la cadena Cope, RNE y Radio Exterior de España. Actualmente ejerce como director de MJD Magazin, grupo multimedia local en Majadahonda (Madrid). Ha publicado entre otros «Los leones del Congreso» (2012), «Memorias de Colombine. La primera periodista» (1998) y “Los Panero, después de tantos desencantos” (2009), y estos dos últimos le han dado lugar a intervenir en sendas películas documentales».
MEDINA, LA «CAPITAL ECONÓMICA Y POLITICA» DE ESPAÑA ANTES DEL DESCUBRIMIENTO DE AMERICA. FEDERICO UTRERA. Seis capitales de provincia castellanoleonesas se encuentran a menos de 100 kilómetros de la villa de Medina del Campo y Madrid a solo 160 km, con parada del AVE incluida. Oficiosa capital económica y política de España en la Corte itinerante de los Reyes Católicos (siglo XV), desde Medina se convirtieron las Españas en una sola casi federal. Y con ello la llevaron al más alto esplendor que la han otorgado los siglos. La arriesgada financiación que supuso lo que a la postre sería el descubrimiento de América fue decisiva y por ello sus habitantes aún conservan ese ancestral arraigo con la economía, aunque la España del paro sigue anclándola en su desarrollo.
Es Medina del Campo una ciudad señorial, bella y majestuosa, que atesora sus leyendas bajo el orgullo de sus pobladores. Tierra de Reyes y de comuneros, de conquistadores, soldados y escritores como Bernal Díaz del Castillo, autor de la sorprendente «Historia verdadera de la conquista de la Nueva España», pero también de futbolistas humildes y elegantes como el lateral internacional Eusebio -hoy diríamos carrilero–, que llegó a la cima del planeta fútbol con el FC Barcelona y entrenó a la Real Sociedad. Las austeras estancias de la Reina Isabel en su Palacio Testamentario, con cama incluida, son una maravilla museográfica por su didactismo. Y el tenebroso y ultradefensivo Castillo de la Mota junto con el Museo de las Ferias, que era el cónclave comercial más relevante de Europa, son algunos de los actuales atractivos de Medina.
También el Palacio de las Salinas, esa petit Magdalena de los mismos arquitectos que asombraron con el de Santander (Javier Riancho y Gonzalo Bringas) que surge entre una alfombra verde con su hotel de aguas termales. Todos ellos observan en pie y muy bien acicalados aquel envidiable pasado que el cine hace presente gracias a su Semana. ¿El futuro? Yo apostaría por Medina y sus vecinos, porque una ciudad que tuvo… también retuvo, según se aprecia ahora. Y un municipio lo construyen sus habitantes, esos que han logrado ponerla en el mapa como segunda ciudad vallisoletana gracias a su tenacidad, esfuerzo y tino frente a las adversidades de la vida y de la historia. La tecnología les abre ahora las puertas y la escena audiovisual la imaginación. El siglo XXI, con su eje Atlántico y su salida natural a la Villa y Corte de Madrid, si se sabe aprovechar y el Festival de Cine lo hace muy bien, es también suyo.