EUROPA PRESS. El biógrafo y autor del primer catálogo razonado de la obra del videoartista norteamericano Bill Viola, el doctor en Comunicación Audiovisual, Federico Utrera, imparte entre el 11 y el 13 de febrero un taller audiovisual interactivo en la ciudad de Majadahonda (Madrid) que tiene por objeto «generar ámbitos para las manifestaciones audiovisuales alternativas y propiciar espacios de encuentro para la reflexión histórica y estética videográfica», según sus organizadores. Bill Viola actualmente es protagonista de sendas exposiciones en Cuenca (España) bajo el titulo de «Vía Mística» y en la Royal Academy de Londres con «Vida, muerte, resurrección», en diálogo con el artista clásico Miguel Angel. Utrera aborda en su taller el «making off» de las obras de estas dos muestras y lo extiende igualmente a las anteriores celebradas en el Grand Palais (Paris), Palazzo Strozzi (Florencia) y Guggenheim (Bilbao), que visitó invitado por sus organizadores.
El taller, gratuito, de solo 25 plazas y titulado «Bill Viola Global», está dirigido a titulados y estudiantes de Imagen y Sonido, Cine, Fotografía, Música, Bellas Artes, Filosofía, Ciencias de la Información, Informática, Historia del Arte, Filología, Humanidades, Antropología, Sociología y Psicología. También a profesionales de la enseñanza, realizadores audiovisuales, periodistas y aficionados a la cultura audiovisual. «Bill Viola comenzó como modesto cámara y editor de vídeo y se ha transformado en el artista del siglo XXI más global, lo comparan ya con Picasso o Rembrandt. Cuando comenzó, en la década de los 60 del siglo pasado, el vídeo no era considerado Arte y no tenía dinero ni para comprar pañales, pues cuando nació su hijo carecía hasta de seguro médico. Llevaba formándose desde los 17 años pero su primera obra la vendió con 37, una videoinstalación titulada «Teatro de la Memoria», recuerda Utrera. Y añade: «este taller está planteado como un viaje. Caminaremos juntos por la vida y obra de un videoartista a través de sus primeras etapas y de sus últimas retrospectivas en París, Florencia y Bilbao».
El videoarte, que más que el futuro es ya el presente en la mayoría de los museos de arte contemporáneo, con secciones específicas dedicadas a esta disciplina, aún no ha entrado en las universidades pero ya posee un público fiel, coleccionistas y galerías propias. Aborda la sustitución del lienzo por la pantalla de plasma, el pincel por la cámara de vídeo y el color de la paleta tradicional del pintor por el tiempo, con la ralentización o aceleración de la imagen, así como con su edición gráfica. Su variante, la videoescultura, tiene a sus pioneros en el coreano Nam June Paik y el alemán Wolf Vostell, ya fallecidos. Bill Viola trabajó con el primero de ellos y Federico Utrera, autor de «Viola on Video», el libro bilingüe (español e inglés) que describe su biografía y etapas artísticas, aborda su formación en Estados Unidos (Nueva York), Florencia (Italia) y Tokio (Japón), aunque subraya también la enorme influencia española, con sus visitas al Museo del Prado y al Festival de Cine (entonces también de vídeo) de San Sebastián.