Editorial Hijos de Muley Rubio

Poesía árabe de hoy en Marruecos

El recluta Valente: José Angel, Emilia Palomo, su primera mujer, Jacinto López Gorgé (que facilitó la foto), Muhammad Sabbag y Dora Bacaicoa
El recluta Valente: José Angel, Emilia Palomo, su primera mujer, Jacinto López Gorgé (que facilitó la foto), Muhammad Sabbag y Dora Bacaicoa

José Ángel Valente.

Seguramente muy pocos de los lectores, aparte los que pertenezcan a esa reducida minoría asidua de las revistas de poesía que en número creciente aparecen hoy en distintos puntos de España, conocerán la labor que desarrollan en la zona marroquí de nuestro Protectorado pequeños grupos de escritores jóvenes y animosos. Tampoco les resultarán familiares algunos nombres indñigenas muy significativos del estado actual de las letras árabes en aquellas tierras, donde la labor de España se lleva a cabo a costa de un empeñadísimo esfuerzo. Si desde aquí colaborásemos en nuestra modesta medida a un conocimiento más extenso de ambas cosas, realizaríamos una tarea de estricta justicia. 

En Tetuán se publican con continuidad dos revistas bilingües: Al-Motamid y Ketama. La primera la dirige Trina Mercader y cuenta ya con 23 números de vida. La segunda, dirigida por Jacinto López Gorgé, aparece como suplemento literario de Tamuda, revista de investigaciones marroquíes, que edita la Delegación de Educación y Cultura de la Alta Comisaría. Ambas revistas ccuentan con el apoyo de este organismo oficial, que asegura así la subsistencia de dos excelentes vehículos de penetración cultural. En las páginas de Al-Motamid y Ketama se emparejan los nombres de nuestros poetas españoles con los más representativos de la actualidad literaria de los países árabes. Las abundantes traducciones y el eficaz régimen de intercambio desarrollado por estas revistas contribuyen notablemenete a que nuestras letras lleguen a medios cultos tan poco asequibles a primera vista para el escritor peninsular como el Líbano o Egipto.

Tambien en Tetuán han comenzado su vida dos colecciones literarias. Una de ellas, rotulada Itimad, depende de la revista Al-Motamid y ha publicado ya un volumen, El árbol de fuego, del marroquí Mohammed Sabbag, libro al que nos referiremos después deteenidamente. La segunda se llama Manantial y la prepara Jacinto López Gorgé, que reside en Beni Jadifa, en el Rif, pero que se traslada infatigablemente a Melilla y a Tetuán promoviendo empresas de letras. Manantial prepara su aparición con un volumen de la joven escritora Dora Bacaicoa, titulado Zohora la negra y otros cuentos, donde se perfila una visión apasionada de Marruecos, sin las habituales concesiones al folklore falsificado de la mayor parte de la literatura que hasta ahora teníamos sobre el tema.

 

Emilia Palomo de Valente, Julio López Cid, José Ángel Valente, Sally Crane, esposa de Aquilino Duque, el hijo de Valente y Emilia, Antonio, y José Bergamín fotografiados en Toledo en 1962.
Emilia Palomo de Valente, Julio López Cid, José Ángel Valente, Sally Crane, esposa de Aquilino Duque, Antonio (el hijo de Valente y Emilia) y José Bergamín fotografiados en Toledo en 1962.

El interés de estos escritores no radica sólo en las empresas colectivas que promueven sino, claro está, en su producción individual por la que muchos de ellos son ya conocidos del lector peninsular. Píos Gómez Nisa, de Melilla pero rardicado actualmente en Tetuán, ha obtenido el pasado año el Premio Boscán de poesía con su libro Elegía por uno, Jacinto López Gorgé ha publicado ya dos libros de poesía y trabaja actualmente en un completísimo panorama de nuestra poesía amorosa contemporánea, por encargo del editor Cremades, de Tetuán, Miguel Fernández, poeta muy joven, pero en ejerrcicio desde los dieciocho años, ha sido galradonado recientemente con los Premios Marruecos 1955, que en sus dos secciones de verso y prosa han recañido sobre él. Estos Premios Marruecos para verso y prosa en lengua española se convocan anualmente desde el año 53 juntamente con los Premios Al-Magrib para verso y prosa en lengua árabe. Los premios han sido creados por la Delegación de Educación y Cultura y su entrega se realiza el 23 de abril, fiesta del Libro Hispanoárabe.

Otros escritores jóvenes de indudable interés son Francisco Salgueiro, nacido en Badajoz pero residente en Melilla, donde se dio a conocer como poeta, y José Gálvez.

El interés de las citadas revistas se dobla por la colaboración y el intercambio con las letras árabes contemporáneas. Actualmente hay en Marruecos dos revistas importantes en lengua árabe: Al-Anis y Al-Anuar. Al-Anis, que se publica desde hace ocho años, la dirige Mohamad Yohra e interviene en ella de modo muy directo el poeta Mohammad Sabbag, que redacta así mismo la parte árabe de Al-Motamid y Ketama. Al-Anuar, dirigida por Ahmad Medina, está alentada por la infatigable labor de Abdeelatif Al Jatib, colaborador de algunas revistas españolas como Ínsula. Es ésta una publicación del máximo interés, extraordinariamente abierta a la actualidad cultural española y europea. Jatib, que es su secretario de redacción, buen conocedor de la literatura española y de las principales lenguas occidentales, realiza una amplia labor de traducción y de crítica. En Al-Anuar se está publicando actualmente una antología de la joven poesía española.

Aparte estas figuras jóvenes, en Tetuán residen prosistas e investigadores mayores, como Mohammed Ben Tauit, Abdelah Suennum, actual ministro de Justicia y Tuhami El Uasani, que ha ejercido el periodismo activo durante muchos años, ha publicado numerosos libros -entre ellos una traducción de El Quijote- y actualmente es profesor de literatura del Instituto Religioso Superior.

Entre los poetas tienen interés Ahmad Al Bakali, Mohammad Boanani y Abdelkader Almokadam, éste último residente en Tánger. Pero el que ofrece un interés mayor es, sin duda, Mohammad Sabbag, cuyo último libro, El árbol de fuego, apareció vertido al castellano en Tetuán a finales del pasado año.


La poesía árabe permaneció estancada y sin abandonar los viejísimos moldes clásicos durante siglos, por razones que afectan tal vez a todo el desarrollo de la vida en los países árabes. Su impulso contemporáneo, muy intenso pero en gran medida minoritario, arranca de e1900 y se realizó bajo la influencia y la penetración de poetas occidentales de lengua inglesa y francesa, primero los románticos, luego los simbolistas sobre todo: Poe, Baudelaire, Rimbaud. Otros pensadores y poetas europeos han tenido extraordinaria influencia en la resurrección de las letras árabes contemporáneas, como Goethe y Nieztsche. Hasta este momento la poesía permaneció vanamente encerrada en las mismas estructuras y girando alrededor de elos mismos motivos que cualquier lector puede encontrar en los lejanos poetas arábigos andaluces vertidos al castellano por el señor García Gómez: el amor, el vino, la naturaleza. Las grandes figuras renovadoras de la poesía árabe contemporánea son totalmente desconocidas para el lector español. El núcleo más nutrido e importante pertenece a este interesante y próspero país que es el Líbano. El arranque de su evolución hay que colocarlo en la obra de Yubrán Jalil Yubrán, que vagó por Europa y América y fundó la Liga Literaria en unión de otro poeta de pareja importancia: Mijail Naimi. Yubrán muriño en el año 1931. Mijail Naimi vivió en Rusia y en América: habla y escribe en árabe, ruso, inglés y francés. Aparte su labor de creación como poeta y prosista, ha escrito un libro de crítica, El Tamiz, fundamental para valorar las direcciones de la actual producción literaria de su país. Su último libro de poesía se llama Rumor de párpados, está escrito en verso libre y supone una verdadera revolución dentro de la estructura formal de la poesía árabe. De la importancia de su obra, viva aún, a pesar de que Naimi está retirado de la poesía desde hace veinte años, puede dar idea este poema que escogemos entre lo que del escritor libanés podemos disponer traducido al castellano, gracias a la actividad de los escritores hispanomarroquíes a que nos hemos referido en un comienzo:

UN RÍO CANTA
Amamanto las nubes y ellas me amamantan,
eternamente.
Eternamente
Invado el mar y él me invade.
Lo más pesado es lo más alígero,
Eternamente.
Y lo mínimo, inmenso,
Eternamente
Lo más lejano es lo más próximo,
Eternamente.
Y lo más suave lo más áspero,
Eternamente.
Si deseas un buen guía,
Ve sin guía.
Si deseas un puro amigo,
Vive sin amigo.
Al mar fui en su pleamar
Y regresé con su bajamar;
Y no fue aquella la que me acercó
Ni ésta la que me alejó.
Todo esto le dije al mar,
Y al mar le gustó mi palabra.
Porque él y yo somos iguales.

Otras dos figuras de extraordinario relieve son Bulus Salamí y Said Akl. Salamí nació en 1900 y vive postrado desde hace diecisiete años por una larga enfermedad. Su libro más importante es Memorias de un herido y la influencia de su poesía alcanza a todos los jóvenes escritores del mundo árabe. Said Akl, doce años más joven, escribe indistintamente en verso clásico y libre; tiene una gran influencia de los simbolistas, concretamente de Valéry.
De esta poesía árabe puesta al día, ligada a las líneas centrales de la moderna evolución de la poesía europea, procede el poeta tetuaní Mohammad Sabagg. Sabbag es, además, un excelente conocedor de la poesía española contemporánea. Su primer libro, Aroma ardiente, aparreció en Tetuán en 1953 con prólogo del maestro libanés Bulus Salamí y tuvo una gran resonancia en el mundo cultural árabe. El árbol de fuego (1954) fue editado en Tetuán, primeror en versión castellana de Trina Mercader y del autor, y luego en árabe. Ambos libros están escritos en verso libre. El árbol de fuego recoge una poesía tensa, vibrante, donde el poeta conjuga su personal pasión con el sentimiento de solidaridad hacia su pueblo, cuya tragedia hace suya. La profunda intención social de este libro está resuelta en fórmulas eminentemente poéticas, cuya calidad no decae un solo momento, y esto por una razón obvia, porque está verdaderamente sentida. Desde este punto de vista, el libro de Sabbag puede ofrecer una nítida lección a muchos protagonistas peninsulares de una poesía social parcial y falsificada desde el remoquete a los resultados. He aquí una breve ilustración de cuanto hemos dicho:


EL LOCO
En los primeros diez años de mi vida
Dibujé con tiza sobre mi traje escolar:
«Mi patria es mi canción». Y seguí cantando.
Pasaron los días,
Vino el aire y lo borrró.
En los segundos diez años de mi vida
Escribí sobre mi libro:
«Mi patria es mi juventud». Y seguí escribiendo.

Pasó el tiempo,
Vino el aire y lo secó.
En los últimos diez años de mi vida
Escribí con mi propio sudor, sobre mi frente:
«Vuestra patria, mi patria,
se durmió en vuestros brazos».
Y pasan mis compatriotas
Y dicen burlándose de mi:
«¡Ese es el loco! ¡Apartaos de él!»


Actualmente la poesía española contemporánea va penetrando a su vez en la órbita cultural árabe. Los poetas más extensamente conocidos son Juan Ramón Jiménez, Lorca y Aleixandre. La aparición de Historia del corazón de este último fue acogida con gran atención por la prensa egipcia. En el conocimiento mutuo de ambas literaturas es mucho lo que se debe al trabajo de los jóvenes escritores hispano-marroquíes de cuyo esfuerzo hemos querido dar testimonio aquí.

1 comentario en «Poesía árabe de hoy en Marruecos»

  1. ¡Qué buen recuerdo este del artículo de Valente sobre la poesía marroquí en los años que el mismo vivió en Tetuán! En este año ha fallecido Mohamed Sabbag, uno de los autores que Valente conoció entonces. He escrito un artículo dedicado a este gran poeta y espero verlo publicado en breve.

Responder a Fernando de Ágreda Burillo Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *