Editorial Hijos de Muley Rubio

León el Africano

"Retrato de Ferry Carondelet con sus secretarios" (1510-12), del pintor Sebastiano del Piombo, coetáneo y retratista de León el Africano
«Retrato de Ferry Carondelet con sus secretarios» (1510-12), del pintor Sebastiano del Piombo, retratista de León el Africano

Juan Cantavella*.

Hace doce años se publicó en España el relato León el Africano, del escritor libanés de expresión francesa Amín Maalouf. La calidad de esta novela hizo que tuviera una amplia difusión, no solamente en Francia y en España, sino en muchos otros países. De esta manera tuvimos conocimiento de la existencia del andaluz León el Africano, un compatriota nuestro de origen árabe que fue expulsado de España cuando los Reyes Católicos conquistaron Granada. Ahora se ha recuperado su Descripción de África, donde da noticia de una parte de aquel continente, obtenida a través de sus numerosos viajes y de la amplia cultura que poseía.

Bienvenido sea el descubrimiento, aunque sea a través de la novela de Amín Maalouf. Fue precisamente éste quien tuvo la visión singular de convertirlo en personaje de una narración actual y muchos pudieron pensar que se trataba de un individuo de ficción. La prueba de que existió en la realidad se halla en el libro que acaba de publicar la editorial Hijos de Muley-Rubio. Ha rescatado su libro Descripción de África en traducción del fraile agustino Luciano Rubio, y lo ofrece con toda clase de explicaciones sobre el autor, para situar esta recuperación en unos parámetros más comprensibles. 

El verdadero nombre de León el Africano es Al-Hasan-Ben Muhammad Al-Wazzan Al Fasi y nació en Granada el año 893 de la hégira (1487-8 según la cronología que manejamos en Occidente). Su familia fue expulsada de Andalucía cuando los Reyes Católicos acabaron con los reinos árabes en la Península y se estableció en la ciudad marroquí de Fez, donde se dedicó concienzudamente al estudio. Estuvo al servicio de la monarquía, a la que sirvió en la guerra santa que decretaron contra los portugueses. Tuvo una vida extremadamente viajera, pues está documentada su presencia en Constantinopla, Egipto, Argelia, Túnez y las regiones que se hallan al sur de Marruecos.

Por Egipto pasó las dos veces que fue a Constantinopla; en uno de estos viajes remontó el Nilo en una barca, desde El Cairo a Assuan; también atravesó el desierto y se dirigió a la Arabia pasando el mar Rojo. En el Mediterráneo fue apresado por la escuadra cristiana y conducido a Italia. Según parece fue ofrecido al Papa León X «como tesoro inestimable… por la amenidad de su ingenio y su múltiple erudición…. Supo conquistar el afecto del Soberano Pontífice». Otro autor dice de él que el Sumo Pontífice «lo recibió con mucho cariño y le dio una buena subvención para que no huyese. Después, le exhortó e indujo a hacerse cristiano y le impuso (al ser bautizado) sus dos nombres Juan y León. Vivió largo tiempo en Roma donde aprendió a hablar, leer y escribir la lengua italiana.

También se dedicó a enseñar la lengua árabe y a escribir algunos de los libros que nos ha legado. Además de la Descripción de África, es autor de un vocabulario arábigo-hebreo-latino, de unos rudimentos de gramática árabe y de algunos trabajos más. Parece ser que la muerte de León X (1521) le afectó mucho, porque se había convertido en su protector, y desde entonces sólo pensó en regresar a Túnez. Cuando lo logra, parece ser que volvió a la fe del Islam

La Descripción de África, que ahora se publica en España, fue escrita probablemente en Roma en 1526 y publicada por primera vez en 1engua italiana en 1550. La primera traducción al español no llega hasta el año 1950 y es obra principalmente del padre Luciano Rubio, que continuó trabajando sobre este texto y sobre esta figura durante el resto de su vida, hasta legar a su muerte una versión española muy trabajada en los nombres, que es lo más problemático, y con notas para aclarar los aspectos que más se pueden prestar a confusión. Es la que ha servido para esta edición concienzuda que presenta Hijos de Muley-Rubio.

El padre Rubio era un agustino leonés (Posada de Omaña, 1909-1997), que llegó al grado de general de su orden. Durante muchos años prestó sus servicios intelectuales a la biblioteca de El Escorial que, como es sabido, posee una de las mejores colecciones de manuscritos árabes que existen en el mundo. Allí tuvo ocasión de aprender mucho y sobre todo de divulgar sus conocimientos en las publicaciones especializadas, que le tenían como uno de los máximos especialistas en estas materias. La humildad y el no darse ninguna importancia, que eran algunas de sus virtudes, no pudieron impedir que algunos le consideraran en toda su valía. A él se debe en gran parte esta recuperación de la figura y la obra de León el Africano.

Este personaje es para Amín Maalouf todo un símbolo. Símbolo de la España de las tres religiones: «Sin ánimo de idealizar el pasado, ni de hacer recaer ahora las culpas sobre los unos o los otros, sí me parece, no obstante, que algo se rompió en 1492 entre cristianos, musulmanes y judíos». También lo considera un arquetipo de la identidad heterogénea «Por la forma serena de vivir sus diferentes vínculos, de navegar sin odio entre los distintos países, religiones y lenguas, así como por su voluntad de servir de lazo de unión entre el norte y el sur del Mediterráneo».

*Profesor de la Universidad Antonio de Nebrija (Madrid) y crítico literario de la Agencia Colpisa.

 


El Renacimiento Mediterráneo
Museo Thyssen-Bornemisza

Extraordinaria
 exposición de pintura en un museo donde se pueden admirar de forma permanente obras como la que muestra la imagen, el celebre óleo «Retrato de Ferry Carondelet con sus secretarios» (1510-12), del pintor Sebastiano del Piombo, artista del que CORDEL ya ofreció algunos datos a raíz del descubrimiento de otro de sus cuadros que retrataba a León el Africano, identificación que generó cierta controversia y cuya imagen reprodujo el número anterior de esta revista. El personaje, archidiácono de Besançon, consejero imperial y comisionado en Roma, sostiene el papel que ha servido para identificarle. La pintura fue considerada durante mucho tiempo obra de Rafael, quien junto con Miguel Angel y Giorgione, fueron los maestros e influencias del pintor veneciano.

1 comentario en «León el Africano»

  1. La obra del P. Luciano Rubio merece ser conocida, así como la de otros agustinos que trabajaron en la magnífica biblioteca de El Escorial. La historia de los manuscritos que se conservan en este monasterio tiene una larga documentación. Allí estaba el P. Teodoro Alonso y la revista La Ciudad de Dios es un documento imprescindible para conocer la historia del arabismo español.

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