Los escritores José Jiménez Lozano (Premio Cervantes 2002), Francisco Martínez Dalmases y Antonio Manuel Rodríguez son autores de diversos libros y ensayos sobre las hablas, raíces y huellas aljamiadas, musulmanas, judías y moriscas en España. “Un habla preservada” de Jiménez Lozano, está incluido en el libro “Memoria de los Moriscos”; “Qandil. Luces del Poniente”, de Martínez Dalmases lleva por subtítulo “La asombrosa pervivencia de las raíces judías y musulmanas que laten en nosotros”. Y “La huella morisca. El Al Ándalus que llevamos dentro” de Antonio Manuel Rodríguez aflora novedosos puntos de vista sobre palabras, músicas y costumbres españolas que hoy encuentran su significado en un pasado reconvertido en presente.
“Un habla preservada” es un ensayo del escritor vallisoletano José Jiménez Lozano, autor de una veintena de novelas, a cual más interesante, aunque entre ellas destaca “El Mudejarillo”. También ha escrito otros tantos libros de ensayo, cuentos, diarios, artículos y 7 libros de poemas. Jiménez Lozano aboga por el hecho de que la literatura aljamiada reproduce un habla todavía preservada en España, pues seguimos hablando en parte como los moriscos del siglo XVI, con disminutivos que, sobre todo en Andalucía, siguen emulando a los “mudejarillos” y “morisquillos” a los que el autor alude en su artículo.
“El sambenito”, “Parábolas y circunloquios de Rabí Isaac Ben Yéhuda”, “Nosotros los judíos” y “Sobre judíos, moriscos y conversos” son algunos títulos que salpican su bibliografía. En una entrevista mantenida con Federico Utrera en Radio Exterior de España, Jiménez Lozano explica cuando y por qué le vino su interés por las minorías étnicas españolas. Y es que el Premio Cervantes 2002, que se dirimió entre él y el dramaturgo Fernando Arrabal, le cambió la vida a este modesto investigador y periodista, que fue encumbrado así a lo más alto de las letras españolas.
José Jiménez Lozano trasnocha mucho, como el poeta Juan de Yepes, conocido por el sobrenombre «artístico» de San Juan de la Cruz: “En una noche oscura, con ansias, en amores inflamada, ¡oh dichosa ventura!, salí sin ser notada, estando ya mi casa sosegada”. De sus amores literarios, vigilias y proyectos habla también Jiménez Lozano en esta entrevista en Radio Exterior de España, en lo que supone una de sus últimas apariciones públicas.
Igualmente sorprendente es el libro “Qandil. Luces del Poniente. La asombrosa pervivencia de las raíces judías y musulmanas que laten en nosotros”, del escritor y traductor Francisco Martínez Dalmases, una asombrosa historia que destaca por su originalidad, pues a través de nueve historias y nueve apéndices el autor sumerge a los lectores en un mundo a la vez desconocido y familiar que atrapa al interesado en estas cuestiones. La fórmula mágica para conseguirlo reside en escribir con un estilo que cabalga entre el ensayo y la novela, pues deriva entre el conocimiento y el entretenimiento, ya que Martínez Dalmases separa decididamente los géneros más ortodoxamente al uso para contar estas historias de judíos y musulmanes españoles.
Uno de sus personajes recuerda como los moriscos y los gitanos protagonizaron un mestizaje que tuvo su sentido histórico y biográfico, y que no sólo fructificó en el flamenco. El origen de esta música se debe según este autor a que hubo moriscos que se escondieron en la Alpujarra almeriense, en los Guájares, la Axarquía, las Sierras de Almijara y Ronda o en el Valle del Genal. Existe también un apéndice sobre la medicina islámica, que Martínez Dalmases relaciona con las recientes investigaciones sobre el sistema inmunológico y la dinámica del sílice. Y por último, el autor menciona también el caso del recientemente fallecido Miguel Hagerty, ilustre arabista que escribió la historia de un musulmán español que retornó de Argentina a finales de los 70 para redescubrir las familias de antiguos moriscos que habían auxiliado a la suya en la niñez. Entonces, desde su Mojácar natal, todo el clan familiar emprendió el camino de la emigración, pasando de pueblo en pueblo andaluz hasta embarcar en Cádiz. El autor le cuenta a Federico Utrera donde encontró esta historia y por qué le pareció tan significativa.
Por último, Antonio Manuel Rodríguez es el autor de “La huella morisca”, título del libro que ya va por la segunda edición y en el que este profesor de derecho civil en la Universidad de Córdoba realiza un repaso por los plurales antecedentes de la historia de España desde numerosos puntos de vista. Es un relato muy bien hilado literariamente donde se abordan varias materias que seguramente van a sorprender a sus lectores.
Por ejemplo, el gentilicio “español” posee una curiosa historia. Hay otro capítulo que relaciona a Miguel de Cervantes con lo morisco a propósito de los propios textos del poeta y escritor de la mano “estropeada”, lo que lleva a Antonio Manuel Rodríguez a curiosas conclusiones biográficas. Muy pocos españoles conocen el origen del himno de España, pero aún menos saben nada sobre su creador. Rodríguez realizó una investigación al respecto y arroja unos resultados cuando menos novedosos. También aborda el origen del flamenco y describe como la grafía de un alumno suyo le resultó especialmente clarificadora para curiosear sobre ello. El vino es el protagonista de otro de los capítulos, así como Melilla, ciudad donde obtuvo singulares sensaciones que reflejó en este volumen.
Entrevista con José Jiménez Lozano