Editorial Hijos de Muley Rubio

El entierro de Juan Goytisolo: obituario de Federico Utrera en Eldiario.es

«Cuando el domingo 25 de junio de 2006 leí en El País su texto “Almería en el recuerdo”, incorporado por él a sus Obras Completas, me sobrecogió: “Por mi amistad con Federico Utrera, el arquitecto Ramón de Torres, el educador Juan José Ceba y Pepe el Barbero de La Traíña, algún día -¡antes de que se cumpla el nuevo ciclo de catorce años que pauta mis encuentros y desencuentros con Almería!-, me animaré a volver”. Por fortuna no se cumplió el pronóstico y aunque el poeta es siempre un visionario, Juan Goytisolo era muy mal profeta de sí mismo pero un verdadero arúspice para su tiempo, para la historia y para los demás: regresó a los 3 años». Así relata Federico Utrera, director de MJD Magazin, su relación con el fallecido escritor Juan Goytisolo, en su obituario publicado por Eldiario.es y que es continuación del primero, que reprodujeron La Voz de Almería y Canarias Ahora.com también. El entierro del literato en el cementerio español de Larache (Marruecos) junto a Jean Genet ha recorrido las páginas de cultura de los periódicos de todo el mundo.

«Haber tenido el privilegio de conocer la vida y sobre todo la obra de Juan Goytisolo en los últimos 15 años es uno de esos acontecimientos que marcan una biografía a los que carecemos de ella. De ahí que sus cartas –con las célebres “tiritas” que usaba para sus correcciones y que parecía que venían de una guerra– sean para mí un fetiche que algún día legaré a quien lo merezca», escribe Federico Utrera.

Y añade: «Juan Goytisolo me brindó en vida tantos gestos de reconocimiento público que, incapaz de devolverlos, jamás presumí de ellos. Y ya una vez presencié como eran reprendidos por él mismo quienes lo hacían. Por eso, cuando el periodista Pedro Manuel de la Cruz me avisó de su muerte y me pidió un obituario, le advertí que había muchas más personas en Almería con una cercanía más estrecha que la mía».

«Apenas habían transcurrido cinco minutos del óbito –estamos en la era instantánea de internet– y Manuel Ramos me había informado solo dos minutos antes que desde su domicilio en Marraquech su amigo Ricard Parise había confirmado la noticia a la agencia Efe. Aún con los ojos encharcados, Pedro Manuel no cejó en su deber e insistió. La sorpresa ha sido que esta necrológica haya adquirido una notoriedad inesperada, al ser reproducida después por varios periódicos en Madrid y en las Islas por Canarias Ahora». Leer Más.

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