Editorial Hijos de Muley Rubio

La provincia esquizofrénica

logocordel1Antonio Orejudo.

Provincia es antónimo de centro; pero la provincia siempre pugna por convertirse en centro y reproduce dentro de sí los mecanismos de los que es víctima. La provincia es provincia a su pesar. La provincia andaluza se convirtió en centro, como otras tantas provincias, con la coartada ¿intelectual? del nacionalismo y el plan político de las autonomías. Desde ese momento pestífero, Andalucía, y el resto de provincias, renunció a sus posibilidades de ejercer realmente como provincia, ofreciendo puntos de vista, actitudes y posturas extravagantes, extemporáneas, extranjeras y, en una palabra, marginales. Muy al contrario, cuando Andalucía y las demás provincias obtuvieron sus estatutos de autonomía, se constituyeron en centro y reconstruyeron dentro de sí el mismo esquema del que habían renegado. En Andalucía, Sevilla se convitió en centro y ejerció sobre las provincias una tiranía cultural y política semejante a la que Madrid había ejercido contra Andalucía durante décadas. Almería es una muestra salvaje de ese olvido al que el centro somete siempre a la periferia.  (más…)

Kayros o la visión crítica

Kayros
Kayros

J. L. López Bretones.

Antonio Fernández Gil ha hecho sobradamente conocido el seudónimo de «Kayros» a través de su ya larga colaboración en diversos medios locales. Periodista de vocación y polemista por carácter -y también viceversa-, es autor asimismo de varios volúmenes de narrativa, poesía, ensayo y biografía, si bien la mayor parte de su escritura se halla repartida entre el columnismo de opinión y el artículo de fondo, en número que rebasa con holgura el millar. Conocedor como pocos de los entresijos de la sociedad y la cultura almerienses, desarrolla en esta entrevista sus puntos de vista señaladamente críticos en torno a nuestra forma de ser provincianos.  (más…)

Amigos de El Ejido y de Almería

ejido2El manifiesto de profesionales, periodistas e intelectuales que se elaboró a raíz de los sucesos acaecidos en El Ejido el pasado 6 de febrero sigue vigente. Al documento se han adherido nuevas firmas, que reproducimos a continuación. Los apoyos pueden seguir remitiéndose a la dirección postal de CORDEL que figura en la contraportada, o bien por correo electrónico a cordel@teleline.es, y serán publicados en próximos números.  (más…)

El Ejido: el miedo europeo a la inmigración desgarra a un pueblo español

 

El periodista Erik Martínez Westly traduce desde Washington para CORDEL el artículo del diario The New York Times publicado el pasado 8 de mayo, texto que por su interés reproducimos en su integridad.
El periodista Erik Martínez Westly traduce desde Washington para CORDEL el artículo del diario The New York Times publicado el pasado 8 de mayo, texto que por su interés reproducimos en su integridad.

Roger Cohen.
(Traducción: Erik Martínez Westley) El Ejido, España.

Los naranjos recién plantados en la Plaza de Colonización sugieren cierto orgullo cívico en este pueblo del sur de España. Sin embargo, lo que queda entre los escombros y cenizas de «Comunicaciones Afro-latinas» demuestra que el civismo se ha esfumado.


Las veinte cabinas telefónicas del establecimiento quemado eran usadas por los inmigrantes -en su mayoría marroquíes- para llamar a casa. Eso era antes de que les pegaran fuego el 20 de abril, dos días después de que el kiosco de prensa de un marroquí fuera también quemado en la ciudad cercana de Almería. «Esto es racismo puro – 12.000 dólares de inversión hechos añicos porque algunos españoles no pueden ver a los africanos,» dijo Armón Elia Mejía, el dueño, que es a su vez un inmigrante de la República Dominicana.  (más…)

La condición humana

logocordel1Miguel Angel Blanco.
(Jefe de la sección de Cultura de Ideal-Almería)

He leído en un diario nacional que una mujer de El Ejido se acercó a un grupo de inmigrantes desolados, en el primer día de las persecuciones, y les llevó agua. Compasión. Es el gesto más humano del que tengo noticias en días de histeria colectiva y de choque cruento con la realidad social. Una madre magrbí escapó con sus dos hijos pequeños de su casa en Las Cabañuelas de Vícar, cuando vió cómo una turba se acercaba proclamando a gritos la intención de quemar la casa. Buscó refugio en casa de una vecina, que asustada se negó a abrir la puerta explicando que si la acogía también quemarían su casa, La intervención policial protegió en esa ocasión a la mujer magrebí y sus hijos. El miedo de la vecina ha sido cómplice de unas jornadas que han puesto de relieve los distintos rasgos de nuestra condición humana.  (más…)

Una comunidad desbordada, una administración despistada

logocordel1Andrés Sánchez Picón.
(Profesor de Historia Económica de la Universidad de Almería)

El estallido de El Ejido ha ocupado la atención preferente de los medios de comunicación desde hace ya una semana. Se trata de una doble novedad: nunca en la historia de Almería hechos acaecidos en la provincia habían concentrado durante tantos días la atención nacional e internacional -con la excepción, tal vez, de aquel enero de 1966 en que cuatro artefactos nucleares norteamericanos cayeron sobre la costa de Palomares-. Pero, también, nunca antes en la historia contemporánea española se había producido un brote, calificado mayoritariamente de racista por la mayoría de los observadores, de tal magnitud e intensidad, y del que lo único que debe alegrarnos es que se haya saldado, hasta el momento, sin víctimas mortales, al margen de los luctuosos y trágicos hechos que encendieron el polvorín en los primeros momentos del conflicto.  (más…)

Sobre piedras y esponjas

© Carlos Pérez Siquier
© Carlos Pérez Siquier

Elena Caballero.

La provincia nace pero también se hace. Hay provincias abiertas, diáfanas, por donde fluye alegre y caprichoso el ritmo de la vida y de sus gentes. Otras, en cambio, son provincias más apartadas, donde ese flujo vital tiende a quedar estancado, ensombrecido, a pesar de asomarse a algún mar luminoso.
Están las provincias que para llegar a ellas deben saltarse mil obstáculos y mil autovías-promesa, a las que para ir hay que pensarlo dos veces; y están las rodeadas de puentes de acceso imaginarios por los que visitantes y habitantes van y vienen, reciclando el oxígeno siempre cambiante de la historia. Hay provincias donde el simple hecho de llegar te hace sentir un poco prisionero, especialmente cuando se hallan escoradas en algún rincón del mapa; y hay otras donde mirar por sus avenidas y los ojos de sus gentes logra transportarte al espacio en el que todo es posible.
Hay provincias embudo, con tendencia al atasco y al embotamiento, y hay provincias colador, por donde se filtran los buenos influjos y queda fuera la escoria. Hay provincias esponja que retienen en seguida todo lo bueno que que les llega de sus hermanas de fuera; pero también las hay como piedras pómez, que sólo miran su fantástico ombligo y no dejan traspasar todo lo que sea diferente, quedándose secas, vacías e inconscientes.
Hay provincias que son tierra fértil, sobre las que si hechas amor o buenas ideas recoges el fruto multiplicado. Pero hay provincias áridas frente a la alegría o la idea ajena y desconfiadas frente al desinteresado amor, proclives a recoger tempestades, odios y tristezas. Las hay azules, picassianas, mullidas y con innumerables caminos que ofrecer; pero también las tenemos sucias, duras y defensoras a ultranza de todo lo pasado.
Hay provincias amables que ofrecen esos lugares pintorescos favorables a la charla o la lectura y donde ante tus ojos puede circular un universo variado de personas inquietas expresando algún tipo de arte aligerador de ruidos cotidianos. Pero están las que carecen o destruyen esos sitios intermedios donde poder crecer y divertirse a un tiempo.
Hay provincias que cuidan gozosas las joyas que la naturaleza tuvo a bien incluir en su geografía, dan gracias por el regalo y lo miman para el futuro bien de todos. Hay otras provincias donde por el simple hecho de vivir en ellas se cree poder hacer lo que les venga en gana con la naturaleza prestada y la doblegan o asfixian con plásticos por el bien de sus hijos.
Hay provincias desconocidas, que en su digno anonimato muestran al viajero las más bellas perlas de la existencia, mientras hay otras con tanto afán de sufrir que dicen que, tanto si llegas a ellas como si te vas, lo harás llorando.
Hay provincias diminutas donde reina la paz y el respeto a la diferencia. Las hay más grandes, donde lo diferente se señala y aterra. Hay provincias con brillos y matices donde bulle sin prisa pero sin pausa el flujo de la vida. Y hay provincias, en fin, donde es urgente que, aun asomadas al mar, se abran para recibir y aceptar el soplo del universo exterior al que hoy dan la espalda.

Revista de prensa

logocordel1La revista literaria de ámbito nacional «Qué leer» recogió, con el titular de «Las mudanzas de José Angel Valente», los ecos de la polémica suscitada en Almería a raíz de la «extraña coincidencia» en los homenajes celebrados en torno a las figuras del poeta orensano afincado en Almería y de José Hierro antes del fallecimiento del primero. El texto, que reproducimos íntegramente, dice así: «Por la capital de España corre el rumor de que el poeta José Angel Valente tiene la intención de levantar de Almería su domicilio y su biblioteca y emigrar de nuevo a su Galicia natal. El motivo parece encontrarse en la gestión bastante provinciana que algunos responsables culturales de la ciudad han realizado sobre su obra. Cuentan que Valente está muy enfadado porque, además, esos mismos gestores culturales (en los cenáculos literarios se mencionan los nombres de un tal Lázaro y una tal Milagros) han intentado enfrentarlo con el poeta Pepe Hierro. Dicen que cansado de ciertas mezquindades localistas, José Angel Valente insiste en dejar esta ciudad como anteriormente hicieron otros autores, caso de Juan Goytisolo, por poner un ejemplo». Intuimos, sin demasiado esfuerzo, quién puede ser ese «tal Lázaro», y mucho nos barruntamos que el redactor de la revista sufrió el martirio de un duende de imprenta y donde puso «Milagros» quizás quiso decir otro nombre. Pero lo realmente relevante reside en conocer porqué el legado de Valente ha volado de Almería hasta Orense, penosa circustancia que tiene que aclararse para dilucidar a los auténticos responsables de este desaguisado, que prometemos desvelar en toda su integridad.

 

EL ECO DEL PARQUE
El último número de la entusiasta revista «El Eco del Parque» revela nuevas denuncias sobre la implantación clandestina de invernaderos en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, así como otros atentados ecológicos de diverso calibre. La preservación del medio ambiente en la zona, uno de los objetivos prioritarios de esta publicación independiente, está siendo amenazada de nuevo por esos miopes que ignoran que cualquier roce en el pulmón de la provincia lo pagaremos seriamente en el futuro. Prometemos dar nombres…

Antonio Colinas, un poeta en provincias

 

Antonio Colinas, en el Cabo de Gata
Antonio Colinas, en el Cabo de Gata

J. L. López Bretones.

Antonio Colinas se ubica como poeta en la llamada Generación del 70 o de los Novísimos, un grupo de aliento verdaderamente renovador que surgió como respuesta frente a los presupestos más específicamente realistas de promociones anteriores. Colinas, que consiguió ya con su segundo libro el accésit del prestigioso Premio Adonais, ha cultivado también otros géneros literarios, como la novela, el relato breve, la biografía y el ensayo. Entre 1970 y 1974 residió en Italia, donde trabajó como lector en las universidades de Milán y Bérgamo. A lo largo de treinta años ha ejercido la crítica literaria en diversos periódicos y revistas, siendo asimismo uno de los más reputados traductores de de la poesía italiana, de la cual acaba de publicarse en edición suya una extensa antología en la editorial Espasa-Calpe.  (más…)